Pasaron varios días hasta que alguien reparó en que los sueños habían desaparecido.


sábado, 12 de septiembre de 2015

El momento en que terminé la novela

24/02/2012


Cinco años.
Comencé El Desencantador en 2007, mientras estaba de Erasmus, sin saber que ese invento sería una novela. Bueno, de hecho comencé a escribir con una novela en mente, pero sin nada más. Sólo un punto de partida: un mundo donde han desaparecido los sueños y un chaval que sueña con el cine. La novela, cuando no se podía llamar aún así, fue dando bandazos de un lado a otro con pequeños pasos de hormiga entre ese noviembre galés y un noviembre mucho más oscuro, el de 2009, cuando llegué a un punto de no retorno, un punto en el que habían cambiado tanto las reglas que tenía miedo de seguir escribiendo. No se trataba de la misma novela...
El pasado diciembre, decidí resucitar la historia de Damián y compañía. Asumí las reglas del género en que me encontraba metido y di un giro de tuerca al tercer acto del libro (son, en total, tres partes muy distintas entre sí). Comencé a hacer esquemas y a dotar de una estructura lógica al relato, esto es, sumando los pros y los contras, los conflictos principales y secundarios, repercusiones... traté de hacer que la pequeña relojería funcionara. Encontré en el camino imágenes y personajes maravillosos, pienso en Norma, David o Ruth, cómo no. Pude hacer colisionar dos mundos aparentemente inmiscibles, y aunque el resultado no es armonioso, creo que vale la pena aventurarse en él.
Di rienda suelta a mi amor por el cine, cómo no. Esta novela le debe tanto o más al cine que a la literatura, y esto es decir mucho. A algunos les agobiará, a otros les fascinará, habrá a quien le abra nuevas puertas y ventanas a mundos imposibles. Aquí están de Murnau a Almodóvar, de Radiohead a Pereza, de Anna Frank a Stieg Larsson... los referentes son numerosos y eclécticos. El tono, del tono podría decir que hay tres. En algunas partes, hay incluso sentido del humor, sentido del amor, aunque las más el drama gana la partida. Son en total 231 páginas de extrañeza y de contragénero. Igual he puesto las miras muy altas y no es para tanto. Igual es para más y me quedo corto. En definitiva, El Desencantador comenzó como un cuento de fantasía, pero se transformó en una novela creacional de tintes épicos. Una novela donde está el principio del mundo, quién sabe si el final, donde el cine y el amor son los dos grandes ejes que hacen que la sangre fluya por las venas de Damián, una novela de apariencia sencilla y forma meditada, bastante experimental: caben todos los tiempos verbales y personas narrativas, la lógica alemana y el surrealismo, la narración fluida y la atropellada, los personajes amados y odiados, todos en cierto modo incomprendidos. Pero que no os engañen: El Desencantador es, por encima de todo, una novela mágica.
Me guardé el último capítulo para narrarlo del tirón en un mismo día, cuando ya tenía pensado qué sucedería a continuación y cómo sería. Tenía un esquema con los tres actos, tenía pensada la coda final. Luego, ese falso epílogo. Me puse a ello: Val del Omar de Lagartija Nick, Homenaje a Enrique Morente de Los Evangelistas y Omega de Enrique Morente como banda sonora a todo trapo. Un peta para calentar, tres latas de Cocacola, tres velas a punto de morir. Las horas que se derraman como lluvia. Las cuatro, las cinco, las seis, siete, ocho, nueve, todo ese tiempo para decir lo hemos hecho. Ha nacido una novela, joder.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Publicación inminente

¡Traigo buenas noticias!

5 años después de La traición de Wendy llega mi segunda novela. Justo esta semana he firmado el contrato para publicar, ahora sí, El Desencantador. La editorial que ha dado el "Sí, quiero" es Ediciones en Huida, con quienes ya aparezco en la antología de poesía joven andaluza La vida por delante.

En realidad comencé a escribir la novela durante mi Erasmus en Swansea, en 2007, aunque la dejé pasados unos años, incapaz de avanzar. No fue hasta diciembre de 2011 que decidí retomarla con ganas y, tras dos meses de escritura febril en la Residencia de Estudiantes de Madrid, la concluí en febrero de 2012. Estos años, aparte de tratar de encontrarle editorial, me han servido para corregir, reescribir, reestructurar... en definitiva, para mejorar el libro. Creé este blog para aportar cualquier novedad que surgiera al respecto, aunque también le acompañará otro, Las pelis de Damián, sobre la particular experiencia que hemos tenido el protagonista y yo con las películas citadas a lo largo del libro.

Previsiblemente la novela verá la luz en octubre y, si todo va como planeado, podré presentarla en Sevilla, Málaga, Madrid, Bélmez, Granada y, más adelante, Barcelona. Pero todo a su tiempo, aunque por lo pronto os dejo un poco de información sobre el libro:

Se trata de una novela juvenil de misterio y fantasía. Todo comienza cuando desaparecen los sueños en el mundo y Damián, un adolescente cinéfilo, se ve arrastrado al verdadero motivo por el cual ha ocurrido esto. Amor, magia, cine y crecimiento se dan la mano en un libro que transcurre entre Granada y Barcelona, eso sí, como nunca las hemos visto.

Os invito a seguir al tanto de lo que se cuece con respecto a la novela en este blog. A continuación dejo el vídeo que grabé para la inauguración de la biblioteca de Bélmez de la Moraleda, donde además leo el comienzo de El Desencantador.


¡Nos vemos pronto con este nuevo bebé de tinta y papel!